martes, 1 de febrero de 2011

1.-El trabajo en el campo

El trabajo en el campo.

En este punto hablaremos sobre el tipo de cultivos que había en la provincia (en especial el arroz), a quíen pertenecía la propiedad de la tierra, las herramientas que se usaban para labrarla (que veremos en los apartados de la naranja y del arroz) y el intercambio de los productos que esta proporcionaba.

Los cultivos:

En la provincia existía una agricultura de subsistencia, basada en la producción de trigo, cáñamo, frijol, maíz, aceite, algarroba y habas. Pero a partir del siglo XX, se desarrolla la producción de naranja (cultivo por excelencia) y arroz (que ya se lleva cultivando desde la invasión árabe)

La propiedad de la tierra:

Al siglo XIX, la tierra pertenecía, casi siempre, a grandes y medianos terratenientes. No fue hasta entrado el s. XX cuando pequeños agricultores se sumaron, muy lentamente. Los terratenientes invertían en cultivos de regadío, los cuales necesitaban de bastante capital, mientras que los pequeños agricultores seguían cultivando secano, por falta de dinero, o muy poca cantidad de tierra cultivada pertenecía al regadío. Para conseguir el dinero necesario para el regadío, los agricultores necesitaban de préstamos. Aunque no hay datos sobre los canales de financiamiento en la plana al s. XX, se menciona con frecuencia que los agricultores acudían a prestamistas particulares.

El intercambio de productos:

El intercambio de productos de cualquier tipo en general se producía, como en toda España, mediante el mercado negro o “estraperlo”.

Este tipo de comercio intercambiaba productos de primera necesidad, y surge a consecuencia de la escasez de estos.

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