En este apartado hablaremos sobre la higiene, de las enfermedades, de la esperanza de vida y de la sanidad de la gente que vivía en el campo a Castellón durante la posguerra. Como cabe de esperar, tres de los factores que vamos a tratar se daban en pocas ocasiones, mientras que el otro era muy abundante.
La higiene:
La higiene, como hemos dicho arriba, es el primer factor que brillaba por su ausencia durante la posguerra, y aún más en el campo.
Las enfermedades:
Las enfermedades son el factor más abundante de los que vamos a hablar en cuanto a la salud. La falta (y a veces inexistencia) de higiene, hacía el campo el mejor sitio para enfermar. Durante la posguerra surgieron enfermedades muy populares, en las que nos vamos a centrar:
La Sarna: La sarna fue una de las afecciones más comunes de la época. Era una enfermedad contagiosa de la piel causada por un ácaro, fruto de la mala higiene. Sus síntomas son picor, erupción cutánea, ulceras por el rascado y líneas en la piel.
No era una enfermedad especialmente grave pero añadida a las otras condiciones de vida, con infecciones, y desnutrición la cosa podía complicarse.
La “tiña”: Su nombre científico es dermatofitosis, se produce a causa de un hongo contagioso mediante el intercambio de peines o el hacinamiento. También estaba ligada esta enfermedad a la falta de higiene y a la pobre alimentación ya que con las defensas bajas es más fácil padecerla. Los remedios eran los mismos que los de la sarna, pomadas y cremas que aliviaban todas estas enfermedades de la piel.
El “piojo verde”: Así era llamado comúnmente el tifus. La epidemia de tifus exantemático. Ésta como las otras enfermedades infecciosas que azotaban España, fue utilizada por el recién estrenado franquismo, como legitimación de sus procedimientos, ideas y acciones.
La “tisis”: Más conocida actualmente como tuberculosis. Una de las enfermedades que más muertes se cobró en la época. Su carácter altamente contagioso en ambientes de hacinamiento, se transmite a través de una bacteria y sumado a la pobre alimentación del momento hizo que muchos presos, trabajadores en campos de concentración franquistas y niños del auxilio social la desarrollaran.
En el siglo XIX, los avances en el conocimiento de la tuberculosis (su agente causante, el mecanismo de transmisión, los primeros estudios que demuestran su menor incidencia en determinados climas) van determinando la aparición de unas instituciones peculiares denominadas genéricamente sanatorios para tuberculosos, situadas en regiones climatológicas favorables a la curación de esta patología. Su objetivo es aislar a los pacientes rompiendo la cadena de transmisión de la enfermedad, y ofrecer un ambiente de clima, reposo y dieta adecuados a estos pacientes.
En esta gráfica que nos muestra la esperanza de vida en España durante el s- XX (toda España estaba en la miseria, así que con esta gráfica podemos hacer referencia a la provincia de Castellón) podemos ver como se produce un aumento gradual de la esperanza de vida hasta 1935, fecha en la cual la esperanza de vida empieza a caer, llegando, en 1940 a estar alrededor de los 40 años en los hombres y 45 en las mujeres. Des de el final de la posguerra, la esperanza de vida empieza a crecer hasta los 81,5 años en la actualidad.
La sanidad:
La sanidad es el último apartado del que hablaremos, y el único que queda de los tres factores que se daban con muy poca frecuencia en el campo.
La sanidad en el campo se limitaba a viejos remedios tradicionales: ungüentos, cataplasmas,… si bien es cierto que el dinero no daba para más.
Durante esta época, surgieron muchos sanatorios, como ya hemos explicado arriba, su finalidad era aislar a los pacientes para que no contagiasen al resto de personas.
Museo de la posguerra; miseria y enfermedades: http://www.museoposguerra.com/2010/09/miseria-y-enfermedades
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